Así le llaman algunos por la isla. Gregorio Manzano está cuajando este año con el Mallorca una de la temporadas más memorables en la historia del club Bermellón. Paradojas de la vida, lo está consiguiendo pese al frágil y tempestuoso momento social y accionarial que sacude la entidad desde hace ya un par de años. Temporada tras temporada, al de Jaen le destrozan el equipo a base de vender a sus mejores cracks. La lógica dice que a estas alturas el club debería ya haber descendido un par de categorias y sin embargo, ahí lo tienen, a un solo punto del Valencia y en zona de puestos europeos.
La verdad es que se le critican muchas cosas al bueno de Gregorio. Muchos piensan que es el principal protagonista de una oculta trama judeomasónica encargada de expulsar de Son Moix a las dos últimas propiedades que han adquirido la sociedad. Dicha confubulación, apunta la tesis que don Gregorio influyó en los futbolistas para que estos hicieran declaraciones fuera de tono exigiendo unas primas no retribuidas y algunas otras lindezas más. ¿Para qué? Pues al parecer, Goyo y Nando Pons, director deportivo del club, tienen unas prevendas importantes por todas estas onerosas transacciones que se producen en el club cada Verano y claro, la llegada de gente externa, hace peligrar todo el tejemaneje. ¿y Por qué no los echan? Se preguntarán ustedes. La respuesta que dan los amigos de la conspiranoia, es que las indemnizaciones por despido son inasumbibles para un club al borde, si no lo está ya, del concurso de acreedores.
Y así estamos. El actual presidente, Mateu Alemany, se hizo cargo del Mallorca, debido a la fuga "Pies para que os quiero", de los últimos propietarios, a los cuales el Mallorquín les había vendido el club. Dos Meses duraron los gachós. Ahora sigue buscando desesperadamente alguien , con cara y ojos, que quiera hacerse cargo del marrón. Difícil papeleta.
Yo, que no soy de política, prefiero alejarme de las pelis de espias y dedicarme a hablar de fútbol y en eso, hay que darle un sombrerazo a Manzano. El hombre está extrayendo hasta la última gota de lo poco que tiene. Un equipo en el que sus máximas estrellas son Aduritz, Borja Valero y el "Chori" Castro, debería estar luchando por no bajar y sin embargo, se está convirtiendo por méritos propios en el gallito de la competición. Un equipo bien trabajado, con cuatro conceptos claros, jugando muy juntos y mostrando una pegada terrible, son las señas de identidad de un Mallorca, que si las cosas no se tuercen, este año, puede hacer historia.Y todo ello, luchando contra unos medios de comunicación insulares, que entre sus últimas lindezas, se han dedicado a airear las nóminas de todos y cada uno de los profesionales del club. ¿Se puede caer más bajo? Por cierto, jugadores que aceptaron cobrar la ficha del año pasado con un pagaré. Como sabeis, los jugadores cobran un dinero x mensual ( Pa gastos) y luego a final de temporada, se les paga lo gordo (La ficha). Pues bien, a final de la temporada pasada, el Mallorca no pudo hacer frente a ese pago y tuvo que negociar con los jugadores la posibilidad de pagar mediante un pagaré. Los jugadores aceptaron, excepto algún caso como David navarro que amenazó con denunciar al club. Digo todo esto para que entendamos el ambientillo con el que debe lidiar todos los días el técnico andaluz. Cosas.
En fin, lo de siempre. Normalmente se valora más lo de casa cuando lo ve alguien de fuera.
Otro tema que merece una reflexión, es porqué hay tan poca afluencia de público en Son Moix. Con el equipo en zona UEFA, asistimos Domingo tras Domingo a unas entradas irrisorias, de 6000 o 7000 personas, cuando en ciudades como A Coruña, con bastantes menos habitantes, albergan cada jornada 15000 o 16000.
Como veis, el ambiente en la isla está raro, raro, raro...
