Si encima uno se va haciendo mayor, estas fiestas no hacen más que recordarte que tienes una Navidad más encima, que algún heroe ha caido y que cuando acabe el periplo Navideño, te espera la vuelta a la cruda realidad, la de los días sin fiesta, la del telefono que no para, la de los atascos y las broncas del jefe.En definitiva, resquebrajan vilmente nuestra soportable y acostumbrada rutina, con esta absurda intermitencia festiva; La que te pone la miel en los labios y luego te la arranca de cuajo sin contemplaciones, a golpe de Lunes y despertador.
No me gusta la navidad. Es un hecho, pero si encima nos dejan sin fútbol, ya la cosa se hace insoportable. Le parece a uno mentira que en año de mundial, nos permitamos el lujazo de dar 15 días de vacaciones a nuestra liga. Una liga que acabará a finales de Mayo si dios quiere. Digo si dios quiere, ya que en caso de que algún equipo español llegué a la final de la Champions en el Bernabeu, la Copa del Rey se jugaría una semana antes de que la selección haga el petate para Suráfrica. Absurdo ¿No?.
En Inglaterra lo tienen claro. Aprovechan estas malditas fiestas para disputar más encuentros que nunca. El Boxing day lo llaman. Unos días entrañables en el que padres e hijos peregrinan con ilusiones renovadas a los estadios, para vivir en primera persona la magia del fútbol. De paso, se disputan un par de jornadas y consiguen con ello que la liga termine a principos de Mayo. Lo de siempre, España es el país de la pandereta, nunca mejor dicho. Pandereta, turrones y champagne, mucho Champagne.
Me dirán ustedes que los futbolistas tienen derecho a descansar y ver a sus familias, en estas fechas tan señaladas bla,bla,bla...Como diría Mr.Scrooge... PAPARRUCHAS!!!
PD: Si esta noche os digo que he recibido la visita de tres fantansmas, por favor, llamad a una ambulancia y que me lleve directamente al manicomio.
