Cuando las cosas se hacen tarde, a última hora, siempre suele salir mal. Díganselo a aquel estudiante que, zángano él, se pasa todo el curso tumbado a la bartola, saliendo de marcha, o cualquier cosa con tal de no estudiar. Su año estudiantil es genial, porque no se desgasta en absoluto. Y cuando llegan los dichosos exámenes… ¡maldita sea! le toca estudiarse todo en una semana, una semana llena de presión de agobio, de prisas… El resultado está claro, no aprueba. Y si lo hace, muy por los pelos, y con un desgaste enorme.Esto es lo que hizo Txiki Beguiristain la temporada pasada. Prácticamente se tomo un año sabático. Un viaje por aquí, otro viaje por allá…pero planificación para esta temporada, nada de nada. De haber estado hábil y centrado en su tarea y en su cargo, el de director deportivo del Barça, hubiese dejado atado allá por el mes de mayo al francés Frank Ribery, una pieza que para el míster, Pep, era indispensable. En cambio, Txiki no puso demasiado interés, pensó que lo podría fichar perfectamente en julio, sin ningún tipo de problemas, como si no supiese que este verano Florentino volvía a los ruedos…
Todos veíamos como avanzaba la pretemporada y como Pep mostraba su disgusto por no disponer de aquellos jugadores para esos puestos que tenía semi-desnudos. Parecía que Luis Filipe sería el primero, pero entre que Lendoiro se subió a la parra, y Txiki no terminaba de rematar, el brasilero se quedo en tierras galegas. En su lugar el hombre de la nariz alargada trajo a Maxwell, otro brasileño, para ocupar el sitio que dejo Sylvinho y que estaba guardado para el deportivista.
Pep respiró algo aliviado, quizás pensó que después del primero los demás serían coser y cantar… Iluso él… Txiki decidió irse de stage con el equipo, en vez de quedarse en Barcelona para poder viajar por Europa y cerrar acuerdos o al menos intentarlo. Después de no lograr el fichaje de Villa, se decidieron por el sueco Zlatan, que acabaría siendo el fichaje más caro de la historia del Barça, Samuel Eto’o de por medio.
Con Pep disgustado por lo corto de su plantilla, con las bajas de Sylvinho, Cáceres, Hleb, Guddy, los cedidos Henrique y Keirrison, y con las bajas a mitad de temporada de Keita y Toure, Txiki no pareció preocuparse, y no fue hasta casi un día antes de cerrar el mercado cuando fichó a regañadientes a Chigry, pedido exclusivamente por el míster.
Pep quedó disgustado, su plantilla era demasiado corta, aun a sabiendas de que al de Santpedor le gustan así, pero no tanto. Faltaba un delantero suplente de garantías, ahora suena Suarez del Ajax, y un extremo, también de garantías, ya que Henry no anda bien, ahora suena Robinho.
Para colmo, Alves estará 3 semanas de baja, ¿Quién ocupara su puesto este tiempo? ¿Puyol? ¿Va a aguantar el capi jugar todos los partidos de lateral en estas 3 semanas? ¿Y si se lesiona él también?
Coincide con la primera derrota del Barça que se levanten las voces contra la corta plantilla del equipo culé. Y todas las miradas apuntan en una sola dirección: Txiki Beguiristain. Si quiere, en invierno puede arreglarlo, y aprobar sus exámenes extraordinarios.
