Messi pedirá permiso a Guardiola, para perderse el primer partido de liga, que enfrenta al Barça contra el Sporting en el Nou Camp, para así poder disputar el encuentro que su selección disputa ante la Brasil de Dunga y donde Argentina se juega estar en el próximo mundial.El Barça disputa el Viernes dia 28 de Agosto, la Supercopa de Europa ante el Shacktar, por ese motivo, el primer partido de liga lo disputará el Lunes 31. El Argentina-Brasil es el 5 de Agosto. Es decir, cinco días justos, que es lo que exige la FIFA para la incorporación de los jugadores a las selecciones nacionales. El problema es que no hay tiempo material para que Messi acabe su partido con el Barça y se incorpore a la disciplina albiceleste a tiempo. No obstante, hablando se entiende la gente y por ahí, no creo que hubiera problema para que Leo llegase un día tarde a la concentración.
El problema, es de fondo. Esta es la realidad de los hechos:
Messi se va a Moscú a disputar un encuentro amistoso con su selección. Sufre una contractura que le impide jugar y que además le elimina para disputar la Supercopa de España y quizá la Supercopa de Europa. Messi se recuperará en unos días, apunto para el debú en liga; Por desgracia, el Barça no podrá contar con sus servicios, ya que su selección le necesita. Increible. El club que le paga cerca de 9 millones de Euros, ha de ver como su máximo exponente en el campo, se pierde las dos primeras finales del año y el primer partido de liga. Mientras, la selección Argentina, gratis, lo disfrutará para su trascendental partido. Cosas.
Entre medias de tanto rollo, kilometros y más kilometros para el jugador, algo que seguro no beneficia en nada a su dolencia.
¿Es culpa de Messi? No. Un jugador nunca le debe decir NO a su selección. Parece que entre todos ,muchas veces, ponemos en la picota al futbolista, cuando es el que menos culpa tiene.Busquemos los culpables en los dirigentes del futbol mundial y de los clubes, por no haber sido capaces entre unos y otros, de crear un calendario único, que redunde en salvaguardar los intereses de los equipos, que son los que ponen la pasta y los de la selección, que merece tener a los mejores en sus filas. Parece mentira que con los sueldazos que se cobran por las altas esferas de este circo llamado fútbol, nadie haya sido capaz de poner orden entre tanto desconcierto.
De momento la papeleta, igual que sucediera el año pasado con los JJOO, es para Guardiola. Messi pedirá y Guardiola concederá. De todas formas, siempre las selecciones tienen las de ganar en estas guerras y tampoco es cuestión de tener a las estrellas cabreadas, digo yo.
