Ni bufones, ni dioses... Personas

No hace mucho, en un foro blaugrana que visito de vez en cuando, se tildaba a los futbolistas como bufones, destinados principalmente a entretenernos y liberarnos por unos minutos, de toda la mierda que inunda la sociedad en estos días. Una vez dejan de cumplir su misión ,suelen ser desechados, como si de un kleenex usado se tratara. Lo cierto es que en aquel momento, el Barça se debatía entre fichar a Villa, pagar la libertad de Forlán o quedarse con Eto'o. El Madrid tiraba de créditos para fichar a Cristiano, Kaká y Benzemá, al tiempo que los exhibia cual King Kong de la vida en el Bernabeu;Al mismo tiempo Florentino planeaba su operación limpieza tulipaniense y Laporta buscaba acomodo por la vía rápida para Hleb y Cáceres. Así que en cierto modo, coincidía con el comentario y de hecho, me pareció de lo más acertado. A fin de cuentas, esto del fútbol se ha convertido o lo han convertido en un circo.

Ayer un chaval de 26 años, capitán del Espanyol, moría mientras hablaba por telefono con su novia. Podría haber sido cualquier otro, Kaka, Xavi,Guti,Kun... ,como ellos, Jarque también formó parte de este gran circo que es el fútbol. La incredulidad azota a la sociedad. Cuando suceden este tipo de tragedias, uno se da cuenta que los futbolistas, más allá de lo que podamos ver en la tele y lo que nos puedan decir desde uno u otro medio, son personas de carne y hueso. El impacto es más acusado, pues ellos, para todos nosotros, son el paradigma de la salud, de la fuerza, son los que amenizan con sus driblings, carreras, goles o bicicletas, nuestras noches solitarias o las tertulias en el bar del barrio. Son a quienes idolatramos, nuestros gladiadores del S.XXI. Ellos no pueden morir. Es entonces cuando nos damos cuenta de lo que son y lo que no son. Por desgracia, en general, la sociedad sufre de memoria de corto plazo.