domingo, 8 de noviembre de 2009

Loas abrazitos y las risas para el túnel de vestuarios

Hay una cosa que no soporto en esto del fútbol y se que muchos me van a tachar de antideportivo y tal, pero es que es superior a mí. Se trata de los abracitos, risitas y compadreo que se da en el final de los partidos, entre los jugadores de uno y otro equipo, sobretodo, si el conjunto malparado, ha sido el tuyo. Ayer sin ir más lejos, en el Calderón, lo pudimos ver con Simao, pepe, Asenjo etc... Creo que este tipo de cosas, deberían quedar en el túnel de vestuarios, lejos de las miradas de los aficionados. Desde luego, si fuera seguidor del Atlético, no me haría ninguna gracia.No olvidemos que los colchoneros realizaron un partido lastimoso hasta el minuto 80, que se encuentran en zona de descenso y a 18 puntos del líder y que enfrente tenían al eterno rival, al que por cierto, llevan la friolera de 10 años sin ganar en su estadio. Lo mínimo es hacer lo que hizo Forlán cuando el árbitro pitó el final, es decir, irse como alma que lleva el diablo y con cara de muy mala leche. El Uruguayo no tenía tiempo para bromear, departir o intercambiar camisetas. Al menos me gustaría pensar que tras una derrota, los jugadores de mi equipo sienten el 10% de lo que siento yo y desde luego, cuando mi equipo pierde, no estoy pa gaitas.

Los arrumacos, para la intimidad please.
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